La importancia de los datos personales en la vida cotidiana

México ha sido históricamente uno de los países más rezagados en materia de protección de datos personales. Mientras que países como Alemania, en 1970 aprobó la primera Ley de Protección de Datos (Hessisches Datenschutzgesetz), España, creó la Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal, en 1999 y en Chile se promulgó la Ley de Protección de Datos de Carácter Personal, ese mismo año. 

En nuestro país no fue hasta 2010 cuando se publicó la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares (en adelante, Ley de Datos Personales). 

Según la Ley de Datos Personales, un dato personal es cualquier información relacionada con una persona física identificada o identificable. Dentro de esta categoría, existen los datos personales sensibles, como lo es la información genética o la preferencia sexual, que requieren un nivel de protección especial más amplio, ya que su uso indebido puede generar discriminación o representar un riesgo grave para su titular. 

Surge entonces la pregunta: ¿cómo se protegen nuestros datos personales y cuál es el alcance de esta protección? Lo cierto es que, en nuestra vida cotidiana, estamos constantemente expuestos a compartir información personal sin ser plenamente conscientes de ello. 

Las leyes en la materia buscan garantizar que la recolección de datos personales se realice con nuestro consentimiento, lo que significa que siempre debemos estar informados y de acuerdo con: Qué datos se recopilan, para qué serán utilizados y si serán compartidos con terceros y con qué propósito. 

Toda esta información debe estar claramente establecida en un Aviso de Privacidad, donde se detalle el tratamiento que recibirán nuestros datos y los derechos que podemos ejercer para protegerlos. Estos son conocidos como derechos ARCO.

Entre estos derechos se encuentran: 

  • Acceso: Conocer qué información tienen sobre nosotros. 

  • Rectificación: Corregir datos incorrectos o desactualizados. 

  • Cancelación: Solicitar la eliminación de nuestros datos cuando ya no sean necesarios. 

  • Oposición: Negarnos al uso de nuestra información o revocar el consentimiento previamente otorgado. 

No solo las empresas o instituciones deben preocuparse por la protección de datos personales, nosotros, como ciudadanos, también tenemos la responsabilidad de conocer y ejercer nuestros derechos. 

Debemos ser conscientes al compartir información como nombres, direcciones o números telefónicos, e incluso al tomar fotografías o grabar videos de terceros. Puesto que existen muchos peligros si no somos cuidadosos con los datos personales, por ejemplo, el robo de identidad.

Ser cuidadosos con nuestra información y la de los demás nos convierte en una sociedad más responsable, con un mayor grado de disciplina, gobernanza y autocontrol de nuestros datos, lo que nos permite proteger nuestra privacidad en un mundo cada vez más digitalizado.

Marzo 03, 2025. 

Michelle Montserrat Correa Miranda

Asistente Legal